Después de la resaca festivalera del Tres Sesenta volvemos a nuestros cauces habituales de hablar de todo y nada. Esta semana esa abstracción temática toma los derroteros del baile, en general, por lo que no abandonamos del todo es espíritu festivalero. El baile puede ser elegante o gracioso dependiendo de si se hace bien o mal, pero en cualquier caso es una actividad liberadora. No es nada filosófico, es todo química: bailar es hacer ejercicio y al movernos liberamos endorfinas lo que nos hace más felices. Así de simple y así de efectivo. A esa esencia le dedicamos el capítulo de Rayuela de esta semana (nuestro número 50!).
Estas son las canciones rayuelísticas para liberarse:
::The Magnetic Fields – Nothing Matters When We're Dancing
::The Narcoleptic Dancers – Not Evident
::Tremenda Trementina – La Danse
::Kings Of Convenience – I'd Rather Dance With You
::Hazte lapón – El baile de la medusa
::Wild Beasts – We Still Got The Taste Dancin' On Our Tongues
::Los Flechazos – No Sabes Bailar
::The Narcoleptic Dancers – Not Evident
::Tremenda Trementina – La Danse
::Kings Of Convenience – I'd Rather Dance With You
::Hazte lapón – El baile de la medusa
::Wild Beasts – We Still Got The Taste Dancin' On Our Tongues
::Los Flechazos – No Sabes Bailar
::Lykke Li – Dance, Dance, Dance
::Wilhelm and The Dancing Animals – Wake Up
::Klaus & Kinski – El Rey Del Mambo Y La Reina De Saba
::Doble Pletina – Música para cerrar las discotecas
::Wilhelm and The Dancing Animals – Wake Up
::Klaus & Kinski – El Rey Del Mambo Y La Reina De Saba
::Doble Pletina – Música para cerrar las discotecas
La sección de Iñaki Llarena sobre Studio 54:
::Eartha Kitt – Where Is My Man
::Donna Summer – Bad Girls
::Grace Jones – I Need A Man
"En un programa dedicado al baile me queda la responsabilidad de homenajear a la música disco, y de paso a la discoteca más famosa de todos los tiempo: Studio 54. En la calle 54 Oeste estaba este local fundado en 1927 que ha estado dedicado a la televisión y a la radio, al teatro, y que incluso pudo llegar a ser unos grandes almacenes. Finalmente Steve Rubell le dio la utilidad con la que se ha hecho famosa: una discoteca para celebridades del arte y la moda. Se inauguró el 26 de abril de 1977 y al poco Bianca Jagger dejó claro el estilo de fiestas que allí se darían: entró en su fiesta de cumpleaños a lomos de un caballo blanco. Hablar de finales de los años 70 es aludir directamente a la música disco, por lo que la discoteca más famosa del mundo se convirtió en catedral de este estilo. Una de las que comenzaban en aquel momento y fue habitual del local fue la recientemente desaparecida Donna Summer. Según dice la leyenda, la última copa que se sirvió en Studio 54 se la tomó Sylvester Stallone, ¿muestra de su declive?" (Iñaki)
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