martes, 26 de julio de 2011

Alegrias, penas y corrección en el FIB 2011

Calidad iPhone

Ya estamos de vuelta del FIB. En nuestra ausencia por estos lares nos has podido seguir en @rayuelamusical, aunque si estuvimos horas y horas callados ya lo habíamos avisado. Nuestro principal temor era la cobertura 3G del recinto pero finalmente sólo dió problemas puntuales (algunos tweets quedaron en el tintero) coincidiendo con los conciertos más importantes. Lo que vino a estropearnos las labores de minicronistas festivaleros fue la bateria y las escasas, casi nulas, oportunidades de cargar nuestros smartphones.

Del FIB uno tarda en recuperarse fisicamente un par de días y mentalmente un par de semanas que se pasan leyendo crónicas y viendo fotos de los conciertos y del ambientillo del recinto. Para contribuir a la recuperación fibera del respetable también os vamos a dejar una minicrónica que no será ni exhaustiva ni por días, solo por impresiones. Porque cuando no estas acreditado, eres uno solo, vas a los conciertos que tu soledad te permite y sacas fotos con el iPhone tienes que hacer algo distinto a esto, esto, esto o esto (distinto que no mejor ni peor). Impresiones que se pueden ordenar en 2: alegrias, corrección y decepciones. Ahí van:

Alegrias  

Las que nos llevamos el primer día con Paolo Nutini, al que esperábamos meter en el saco de la corrección y que sorprendió imprimiendo el estilo de rock sureño de su segundo disco a los (escasos) temas del primero que sonaron.


Evidentemente no  está sacada con un iPhone (Archivo FIB/ Óscar L. Tejeda)
También para alegrarse fueron las actuaciones de Nudozurdo y McEnroe en el Maravillas a esa hora en la que el sol (calor) empieza a caer. La alegría ya era verles en cartel programados para ese escenario y creció al escuchar 'Mil espejos' o 'Los valientes' desde el antiguo verde, un producto patrio al que los ingleses no prestan el mínimo interés. Ahora sabemos que disfrutamos del último concierto de la gira de Nudozurdo, aunque la razón no es motivo de alegría.

Momento íntimo y exclusivo para (unos pocos) españoles también fue la actuación de Astrud & Col-Lectiu Brossa. Mientras hasta los guiris estaban en el concierto de Lori Meyers nosotros bailamos y coreamos como si no hubiese un mañana 'Miedo a la muerte estilo imperial' (Esta cosa de cantar canciones así en abstracto, esta alegría fuera de contexto... pues eso) y claro, 'Hay un hombre en España' con la que cerraron. Los problemas de sonido con los que empezaron, parecía que Genís tenía el micro apagado, se los tomaron con su característica seriedad esperpéntica.

entre esas 50.000 cabezas están las nuestras (la foto de aquí)

La alegría de esperar a Arcade Fire pasó a felicidad absoluta cuando aparecieron en el escenario, tocaron 'Ready to start' y nos dijeron (literalmente) que ellos también estaban jodidamente felices de estar allí. A esas alturas de domingo, cuando uno ya no puede ni con su alma, llega el cabeza de cartel de todo el festival y toca uno detrás de otros todos sus temas que ya son himnos, con melodías épicas que te apetece gritar ('Rococo', 'No cars go', 'The suburbs'), a tí y a los otros 50.000 que los están viendo, y entonces ya no hay cansancio. Da igual lo que ha habido antes (rokeros languidos e indolentes al estilo Casablancas) y lo que venga después, porque con ellos se acaba el FIB (añadirle más horas es estropearlo) y te vas a la cama cansado pero contento en una especie de felicidad compartida. El momentazo: cuando William Butler (hermano del cantante y percusionista) se subió al lateral del escenario Maravillas tambor en mano para tocarlo con enfasis durante 'Rebellion (Lies)' y reventarlo contra el suelo al terminar la canción. Pues eso, felicidad.


Corrección

Parada intermedia antes de las decepciones. Los únicos españoles de la lista Antònia Font que soltaron como una metralleta los temas mas sobresalientes del Lamparetes en los primeros 20 mins. e hicieron exactamente igual con los de sus anteriores discos en la otra mitad. Vamos, un concierto cuadriculado en el que sonaron bien pero, sinceramente, nos aburrimos y no entendimos ni palabra de lo que se dijo sobre el escenario, con lo que nos fuimos con la sensación de ser nosotros los guiris.

las fotos de aquí y de aquí
 
Correcto no es malo, es hacer lo que se espera de uno. De The Strokes se esperaba un concierto de romperse. Esperábamos escuchar Is This It entero porque es su mejor disco y los temazos de los siguientes, y de Angles sin pasarse, 'Machu Pichu' y 'Under cover of Darkness' y poco más. Y eso hicieron, y nos gustó. Julian Casablancas ya era una estrellita cuando empezaron y se comportó tal cual 13 años después (perfeccionado diríamos). Lo más molesto: empezar tarde, terminar pronto y hacerlo sin mediar palabra y con Nirvana. 
La principal diferencia con Artic Monkeys es que unos creen que tienen algo más que decir  en la música y los otros no. Los de Sheffield tocaron su último disco porque creen en él y salieron al escenario a presentarlo. Y claro, la gente no se sabe los temas pero para eso están 'I Bet That You Look Good On The Dancefloor', 'Brianstorm', 'Brick by Brick' , 'When the Sun Goes Down' o 'Mardy Bum'.

Correcto también fue Herman Dune, al que esperábamos ver con todas nuestras ganas y que era protagonista de una de las coincidencias más dolorosas, con Elbow. Y la sensación que nos quedó es que lo sabían y por eso tocaron todos sus grandes temas en los primeros 20 minutos para que el que quisiera pudiera disfrutar de los dos sin disyuntivas.

Decepciones  

Archivo FIB/ Liberto Peiró
Como tal, sólo una: Bombay Bicycle Club. Llegamos encantados con el folk de Flaws (su segundo trabajo) y un poco menos con I Had the Blues But I Shook Them Loose y A Different Kind of Fix (1 y 3 respectivamente). En directo obviaron completamente su segundo (y para nosotros mejor trabajo) para contentar a sus fans con pulsera morada de 'especial' que saltaban como si fuera un concierto de ska. Una pena.

No fueron realmente decepciones Criystal Fighters y Russian Red porque no esperábamos mucho. No esperábamos, de unos que hubiesen aprendido a tocar la txalaparta, y de otra que su directo fuese entretenido. Los pseudo navarros volvieron a hacer bailar a todo el mundo a pesar de tener un sonido horrible en directo y no hacer justicia a los buenos temas del disco (ah! y obviaron el 'Hola me llamo Mimi' que todo el mundo espera). Después de dos veces, creemos que lo bueno de Crystal Fighters es su productor. Y Lourdes Hernández, aunque presentó con gracia 'Fuerteventura', baila y hasta se mueve por el escenario, no logra conectar con el público o por lo menos con nosotros, por lo que se ganó el momento cena.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Bueno y que hay de ese excelente concierto de Primal Scream! ¿Eso si que no te lo esperabas no?

;D

Rayuela dijo...

Y de otros tantos que no aparecen! Primal Scream fue un gran concierto pero no sabría incluirlo en ninguna de las 3 opciones, quizás necesite una entrada propia!