Segundo día de festival, mucho más frío que ayer, y primero con cabezas de cartel de los que arrastran gente no local e incluso a aquellos que les sobra (por desconocimiento) el resto de bandas. Lo malo de los nombres grandes suele ser que la gente se reserva para ellos pasando de los primeros conciertos de la tarde, o guardando fuerzas con una cerveza al escaso sol que brilló ayer en Pamplona. Y ese ese el panorama con el que se encontraron Wilhelm and the Dancing Animals a pesar de ser una oferta para saltar, bailar y desgañitarse.
Wilhelm and the Dancing Animals |
Tocaron íntegramente los temas de su primer disco "The War of the Species" grabado con Hans Krüger en sus Estudios Subiza, en el que recuerdan, sobre todo en directo, al primer disco de Los Campesinos. Folk rock optimista, como ellos lo definen, que no terminó de levantar al público de esos sacos de aire de Amstel que están siendo el peor enemigo de los grupos. Aunque tienen temas enérgicos muy buenos, sobre todo "Wake up" la canción que abre el disco y que dejaron para cerrar el concierto, en los directos les falta rodaje y mejorar la distribución: parecen la banda de Helen, Guillermo y uno solo de los animales danzantes, mientras los otros dos se pierden escondidos en un lateral del escenario. El próximo sábado presentarán oficialmente el disco en la sala El Bafle, como ellos se encargaron de anunciar al despedirse, como si lo visto hubiese sido un teaser de lo que vendrá.
Dinero |
A plena luz del día todavía les tocaba el turno a Dinero, uno de los más rockeros de la jornada, que presentaban en Pamplona su segundo disco "Año Perro" que se publicará el próximo día 12 de junio. Aunque en lo que hemos podido escuchar de adelanto de ese disco han abandonado ligeramente la potencia de los temas de su disco de debut, hicieron un directo de ruido y fuerza que despertó a muchos aunque la afluencia en esas primeras horas no es muy destacable.
Con mucha diferencia el concierto con mayor entrega de los que estaban en el escenario fue el de Capsula, y esa es la mejor forma de mover a los que estamos al otro lado. Una versión argentina de Mario Vaquerizo arrasó en el escenario con una verdadera actitud rockera bajándose del escenario y ofreciéndole la guitarra al público en medio de un tema, aunque como era de esperar, se acercaron más fotógrafos que público. Eso sí, el atrevimiento se ganó a la gente que pidió bises y pudo a la organización que permitió un tema más (¿por qué están siendo tan estrictos?) que se merecían por tener a penas 30 minutos asignados.
We Are Standard |
Abrían la tanda de grupos de reconocidos We Are Standard que como novedad solo tienen las cinco canciones que componen su EP "Great State" y que sonaron en directo, siendo la más bailada con diferencia "07:45 (Bring me back home)". Completaron el setlist con los temas de su disco homónimo de 2008 que no es que guste solo por su música, si no por cómo lo llevan al escenario. Tocaron con energía, nos hicieron bailar, lanzaron confetti (poco, pero algo es algo), y hasta preguntaron por la dueña del sujetador que voló hasta el escenario en la actuación de El Columpio Asesino y que atesoran los técnicos. Al grupo pamplonés le dedicaron su tema de cierre habitual "Don't let de children play around". Desde luego, conseguir unas primeras filas apretadas y manos levantadas está siendo todo un éxito en este Tres Sesenta y ellos lo tuvieron.
Santi Balmes de Love of Lesbian |
El concierto de Supersubmarina lo oteamos desde la lejanía lo que nos valió para cerciorarnos del tirón que tienen, a pesar de no ser uno de los de mayor calidad de la jornada. Su sonido de fondo nos sirvió para coger fuerzas para el plato fuerte que eran Love of Lesbian. Por si alguien aún dormía llegaron con la puesta de largo de "La Noche Eterna. Los días no vividos" del que sonaron apenas cinco temas, frente a nueve fundamentalmente de "1999". Aunque el público las conocía, "Club de Fans de John Boy", "Allí donde solíamos gritar" (con intro acústica de Santi Balmes), y la mezcla de "1999" con el "Por qué te vas" de Jeanette fueron las que mejor funcionaron. Será porque no sonaron demasiados temas nuevos o porque parecieron desganados pero todo el concierto pareció un deja vu de cualquiera de los n conciertos que dieron en su infinita pasada gira. Una sensación que se confirmó al escoger para terminar algo tan novedoso como "Algunas plantas" con el consabido juego, inédito para el público. La sombra de "1999" es demasiado alargada.
Nos quedan de ayer dos preguntas: ¿Siendo Love of Lesbian el grupo principal por qué sólo tocaron una hora y no hicieron bises? y ¿Por qué no escogieron a We Are Standard para cerrar la jornada o los pusieron en el lugar de Supersubmarina?
En la jornada de hoy sábado 9: Amor de Tokyo, Triángulo de Amor Bizarro, Eladio y Los Seres Queridos, Xoel López, Vetusta Morla, y Mendetz.
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2 comentarios:
El sonido estaba muy bajo, se oía más a la gente hablar o cantar que a los propios cantantes.
Puede ser que estuviera bajo, más destacable en unos grupos que en otros, pero desde luego que la gente no calla en los conciertos que es una manía muy patria
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