Ya sabes que hoy tienes una cita con nosotros a las 22 horas, en 98.3 Radio. Y te decimos cómo escucharnos, aunque, eso sí, como en el libro de Cortázar, nunca hay una única opción.
De gastronomía hablamos hoy y aquí está el menú:
1 – CENA PARA UNO
Hazte la cena a eso de las nueve. Intenta estar en buena compañía. Escucha las noticias. Asquéate del mundo, de la crisis, del Parlamento y de los sucesos más horribles. Asquéate mucho. Lo dicho: intenta estar en buena compañía. Así la desesperación será menor. Termina de cenar y hazte una infusión. Hoy te recomendamos una buena mezcla… regaliz, menta y anís. Empápate de ese sabor intenso.
Y como si estuvieras en un día de invierno frío, métete a la cama a las 21.59. Acurrúcate y tápate con el edredón. Deja que el reloj marque las 22 y la voz que dice “Rayuela no tiene asunto” te reconciliará con el mundo. Adiós estrés, adiós malas noticias, hola Julio Cortázar, hola equipo rayuelístico. “¡Se echaba de menos!”, pensarás. Y nosotros a ti. Una semana sin hablar es mucho. A las 23 h sólo querrás dormir para seguir soñando con buena música y mejores historias. Buenas noches.
2 – CENA PARA DOS
Invita a tu pareja a cenar. No la encargues, haz el favor. Compra el vino que más le guste. Nada de televisión. Sólo conversación y jazz de fondo. ¿Demasiado refinado? Sí, puede que sí. Entonces elige una canción que de verdad te guste y que pudieras escuchar toda la vida. ¿Qué tampoco quieres hacer la cena y odias el vino? ¡Qué le vamos a hacer! Lo aceptamos, así que compra la comida y bebida que más te apetezca. Nos da igual que sea congelada. Si a ti te gusta… Pero, por favor, nada de tele. Sí radio, mucha radio. A las diez “Rayuela” te sentará tan bien que creerás que los mejores cocineros habrán hecho la cena para ti. ¡Bon appetit!
3 – CENA PARA TODOS
Come le que quieras, en cantidad y en calidad. Lo que realmente te pida el cuerpo. Si quieres hartarte de comida, hazlo; si quieres beber, hazlo; y si quieres no probar bocado… adelante. Porque a las once de la noche vas a reventar. Durante una hora Rayuela te da las mejores recetas. No querrás volver a casa los domingos porque la comida de mamá sigue siendo buena, pero la de Rayuela es mejor. ¡Hay para todos… e incluso para repetir!
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